WEIL, PROSPER
INTRODUCCIÓN
I. La prehistoria del derecho administrativo
II. El período clásico
III. La crisis de crecimiento
IV. La puesta en orden
PRIMERA PARTE
EL TEMA DE LA ACCIÓN
CAPÍTULO PRIMERO
LA DISPERSIÓN DE LOS ÓRGANOS: DE LA ACCIÓN DIRECTA A LA ACCIÓN INDIRECTA
I. Los establecimientos públicos
II. Los organismos privados
III. Los organismos «sui-generis»
CAPÍTULO II
LA DIVERSIFICACIÓN DE LOS MEDIOS: DE LAS PRERROGATIVAS A LAS SUJECIONES Y DE LA GESTIÓN PÚBLICA A LA GESTIÓN PRIVADA
I. Prerrogativas y sujeciones
II. Gestión pública y gestión privada
CAPÍTULO III
LA GRADUACIÓN DE LOS FINES: SERVICIO PÚBLICO Y ACTIVIDAD DE INTERÉS GENERAL
I. La definición del servicio público
II. Distinción de servicio público y de actividad de interés general
CAPÍTULO IV
RÉGIMEN JURÍDICO APLICABLE: DERECHO PÚBLICO Y DERECHO PRIVADO
I. Fracaso del criterio único
II. La pluralidad de criterios
III. Cuestionabilidad de las nociones régimen de derecho público y de derecho privado
SEGUNDA PARTE
EL TEMA DEL CONTROL
CAPÍTULO PRIMERO
LA LIMITACIÓN POR EL DERECHO: EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD
I. El elemento limitado: el campo de aplicación del principio
II. El elemento limitativo: las fuentes de la legalidad
III. La relación de legalidad: poder discrecional y competencia reglada
CAPÍTULO SEGUNDO
LA SUMISIÓN AL JUEZ: EL PRINCIPIO DE SEPARACIÓN
I. El control por la jurisdicción administrativa
II. El control por la jurisdicción ordinaria
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA SUMARIA
La existencia del Derecho Administrativo es, en cierto modo, milagrosa. La actividad de los particulares está regulada por un derecho que se les impone desde el exterior y el respeto de los derechos y obligaciones que lleva consigo está bajo la autoridad y la sanción de un poder externo y superior: el del Estado. Pero resulta extraño que el Estado acepte voluntariamente considerarse obligado por la ley. Está en la naturaleza de las cosas el que un Estado crea, de buena fe, estar investido de poder para decidir discrecionalmente sobre el contenido y las exigencias del interés general. Es necesario que se violente a sí mismo para considerarse obligado a permanecer en los cauces de un derecho que le dicta determinadas formas de conducta y le prohíbe otras. Con mayor razón aún debe reputar como poco normal que sus decisiones tengan que someterse a la censura de un juez: ¿por qué razón este último, irresponsable, es menos susceptible de equivocación que el hombre que ocupa los lugares de mando y que es responsable de sus actos? Hoy día estamos, ciertamente, acostumbrados a ver al Estado limitado en el derecho y sometido al control jurisdiccional; para apreciar en su justo valor este estado de cosas es necesario que de vez en cuando se produzca una reacción gubernamental un poco viva, que se salga de lo que es habitual. Es imprescindible, por otra parte, no olvidar las lecciones de la Historia: la conquista del Estado por el Derecho es relativamente reciente y no está aún, universalmente alcanzada.
Prosper Weil
$ 300.00 MXN$ 285.00 MXN
$ 600.00 MXN$ 570.00 MXN
$ 400.00 MXN$ 380.00 MXN
$ 400.00 MXN$ 380.00 MXN
$ 160.00 MXN$ 144.00 MXN
$ 399.00 MXN$ 339.15 MXN