CARNELUTTI, FRANCESCO
Primera parte. De la función del proceso penal
Libro primero. De la finalidad del proceso penal
Título primero. De la prevención del delito
Capítulo primero. De las medidas coercitivas
Capítulo segundo. De las medidas obligatorias
Capítulo tercero. De las medidas interdictivas
Título segundo. De la represión del delito
Capítulo primero. De las medidas de sufrimiento físico
Capítulo segundo. De las medidas de sufrimiento espiritual
Sección primera. De las medidas de aislamiento
Sección segunda. De las medidas de humillación
Libro segundo. Del resultado del proceso penal
Título primero. De la declaración de certeza en cuanto al delito
Título segundo. De la aplicación de la pena
Segunda parte. De la estructura del proceso penal
Libro primero. De los elementos del proceso
Título primero. De los elementos materiales
Capítulo primero. De las partes formales principales
Capítulo segundo De las partes formales accesorias
Título segundo. De los elementos instrumentales
Capítulo primero. De los juzgadores
Sección primera. Del ministerio público
Sección segunda. Del defensor
Sección tercera. Del juez
Capítulo segundo. De los asistentes judiciales
Sección primera. De los asistentes a la instrucción
Sección segunda. De los asistentes a la administración
Sección tercera. De los asistentes a la decisión
Capítulo primero. De las pruebas históricas
Capítulo segundo. De las pruebas críticas
Capítulo tercero. De las pruebas personales
Capítulo cuarto. De las pruebas reales
Libro segundo. De las relaciones del proceso
Título primero. De la acción penal
Capítulo segundo. De la demanda del procedimiento
Sección primera. Del permiso de proceder
Sección segunda. Del orden de proceder
Capítulo primero. Del arresto del imputado
Capítulo segundo. De las informaciones sumarias
Capítulo tercero. De las inspecciones y de los secuestros
Título segundo. De la jurisdicción
Capítulo primero. De la potestad ordenatoria
Capítulo segundo. De la potestad coercitiva
Sección primera. De la coerción preventiva
Sección segunda. De la coerción represiva
Capítulo tercero. De la potestad perquisitiva
Sección primera. Del interrogatorio de las personas
Sección segunda. De la perquisición de las cosas
Capítulo primero. De la jurisdicción de orden
Capítulo segundo. De la jurisdicción de mérito
Capítulo tercero. De la jurisdicción accesoria
Capítulo primero de la competencia funcional
Sección primera. De la competencia de cognición
Sección segunda. De la competencia ejecutiva
Capítulo segundo. De la competencia material
Capítulo tercero. De la modificación de la competencia
Sección primera. De la conexión
Sección segunda. De la remisión
Sección tercera. De la delegación
Sección cuarta. De la abstención y de la recusación
Libro tercero. De los actos procesales
Título primero. De los actos procesales singulares
Capítulo primero. De las variedades de los actos procesales
Sección primera. Del gobierno procesal
Sección segunda. De la adquisición procesal
Sección tercera. De la elaboración procesal
Sección cuarta. De la verificación procesal
Sección quinta. De la expropiación procesal
Capítulo segundo. De los requisitos de los actos procesales
Sección primera. De los presupuestos de los actos procesales
Sección segunda. De los elementos de los actos procesales
Sección tercera. De las circunstancias de los actos procesales
Capítulo tercero. De las combinaciones de los actos procesales
Sección primera. De los actos procesales colectivos
Sección segunda. De los actos procesales compuestos
Capítulo primero. De la naturaleza de los actos procesales
Sección primera. De los actos procesales transitivos
Sección segunda. De los actos procesales intransitivos
Capítulo segundo. De la perfección de los actos procesales
Capítulo tercero. De la imperfección de los actos procesales
Sección primera. De la irregularidad de los actos procesales
Sección segunda. De la ineficacia de los actos procesales
Sección tercera. De la rescisión de los actos procesales
Título segundo. Del procedimiento
Capítulo primero. De la imputación
Capítulo segundo. De la reunión de las pruebas
Sección primera. De la reunión de las pruebas personales
Sección segunda. De la reunión de las pruebas reales
Capítulo tercero. De la formulación de las razones
Capítulo cuarto. De la decisión
Sección primera. De la decisión singular
Sección segunda. De la decisión colegiada
Sección tercera. Del pronunciamiento
Sección cuarta. De la eficacia de la decisión
Capítulo quinto. De la crítica de la decisión
Sección primera. De la introducción en el procedimiento crítico
Sección segunda. De la instrucción en el procedimiento crítico
Sección tercera. De la discusión en el procedimiento crítico
Sección cuarta. De la decisión en el procedimiento crítico
Capítulo sexto. De la expiación de la pena
Sección primera. De la individualización de la pena
Sección segunda. De la suministración de la pena
Sección tercera. De la modificación de la pena
Sección cuarta. De la liberación del condenado
A quien comete el delito se inflige la pena, la lucha del derecho contra el mal se desarrolla así en el proceso del delito a la pena. También el estudio del derecho penal se debe desarrollar, pues, sobre este binomio; cielito y pena. Así aparece, después de aquel entre el derecho penal y el derecho civil, el límite entre dos partes o mejor entre dos aspectos del derecho penal. ¿Cómo se llamarán? El nombre más obvio sería el de derecho criminal para el uno y penal para el otro. Pero esta fórmula no responde a nuestra tradición; y la tradición, como ocurre a menudo, tiene una cierta responsabilidad del reducido desarrollo de nuestros estudios. La verdad es que la distinción no se ha hecho, primeramente, y que incluso no se acostumbra a hacer tampoco hoy en día según la antitesis entre el delito y la pena; por eso derecho penal se ha llamado, en general, tanto a la parte que se refiere al delito, como a la que se refiere a la pena. Lo que no sería, después de todo, un gran mal, pudiéndose todavía entre las dos partes del derecho penal distinguir mediante los dos atributos, material y procesal, de los cuales, si no el primero, el segundo al menos es correcto y expresivo: la pena, verdaderamente, procede del delito y, a su vez, se desarrolla mediante un proceso, el cual no es otro, pues, que el proceso penal. Según el plan legislativo, lo mismo que según el plan de la enseñanza universitaria, y, por lo demás, según el uso común, nosotros los italianos decimos desde luego, al estilo francés, procedimiento penal en lugar de derecho procesal penal; aun cuando actualmente esta segunda fórmula deba preferirse a la primera por las mismas razones que han determinado su preferencia en cuanto al proceso civil, cuyo estudio está considerablemente más adelantado, no es necesario dar, sin embargo, a tal cuestión de nombres una importancia extraordinaria. Pero el mal comienza cuando entre los dos sectores, del derecho penal material y procesal, la materia es distribuida injustamente. El criterio de la división debería ser, decía, la diferencia entre el delito y la pena; esta última es asunto del juez, aquél es asunto del reo. En cambio se ha considerado hasta ahora que todo cuanto se refiere, decimos, a la estatuición de la pena pertenezca al derecho penal material y al derecho procesal solamente lo que concierne a su aplicación.
FRANCESCO CARNELUTTI
$ 300.00 MXN$ 285.00 MXN
$ 600.00 MXN$ 570.00 MXN
$ 400.00 MXN$ 380.00 MXN
$ 400.00 MXN$ 380.00 MXN
$ 160.00 MXN$ 144.00 MXN
$ 399.00 MXN$ 339.15 MXN
$ 155.00 MXN$ 131.75 MXN
$ 1,060.00 MXN$ 795.00 MXN
$ 1,775.00 MXN$ 1,331.25 MXN
$ 3,100.00 MXN$ 2,325.00 MXN
$ 2,180.00 MXN$ 1,635.00 MXN
$ 899.00 MXN$ 674.25 MXN