PROCESO CIVIL ADVERSARIAL EN LA EXPERIENCIA AMERICANA, EL - 1.ª ED. 2008

Presentación

Prólogo del autorpara la edición Colombiana

Capítulo I
El problema de la búsqueda de la verdad

Capítulo II
El problema de la igualdad de las partes


Capítulo III
La función del juez

Capítulo IV
Los límites de efectividad del adversary system

Capítulo V
La ideología del adversary system

Mientras que en el pasado el proceso civil adversary era el modelo de referencia tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, la situación inglesa ha cambiado radicalmente. Las Civil Procedure Rules de 1998, que empezaron a regir en 1999, modificaron completamente la estructura del proceso: uno de los fines principales de la reforma, en efecto, fue precisamente el de poner fin al sistema adversary, que se había mostrado insuficiente y ya no apto pcva la administración de ta justída en una sociedad moderna, sustituyéndolo por un sistema en el que la dirección del proceso se confía al juez, con el fin de realizar una jusdc» dvil rá(»da, ef idente y justa.

DAMASKA escribe justamente que la tradicional contraposidón entre sistema adversarial y sistema inquisitorial ya no tiene significado y que por tanto debería abandonarse. Estoy de acuerdo con él en particular porque atañe a la calificación de "inquisitorio" referida al proceso civil. Se trata en efecto de un mero artificio retórico generalmente usado para provocar reacdones negativas con respecto a modelos procesales en los cuales el juez está dotado de poderes autónomos.

Este libro se refiere a la realizadón que el adversary system tiene en el proceso civil norteamericano. Sin embargo puede tener una utilidad importante también para el lector que particularmente se interese por el proceso penal: contiene algunas referencias a institutos típicos del proceso penal estadinense, como el plea bargaining. Sobre todo, es necesario tener presente que la ideología adversarial es común a todas las áreas del derecho, y específicamente también al proceso penal, además del proceso civil: por lo tanto lo que se dice a propósito del proceso civil puede valer -con adaptadoniss secundarias- también para el proceso penal.